CAP. 10 — Tintes vegetales y metálicos

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Los primeros tintes que se utilizaron para teñir la ropa y el pelo eran de origen vegetal. Se extraían por maceración o cocción de determinados vegetales y duraban poco tiempo. La henna o alheña, un tinte vegetal que aún se utiliza, ya era utilizado en el antiguo Egipto.

Casi a la vez se descubrió que algunas sales minerales oscurecían los cabellos, aunque no de una manera tan inofensiva como los anteriores. El uso de estos tintes es muy poco frecuente, ya que han sido despla-zados por los tintes sintéticos de oxidación, que por su importancia se van a estudiar en un tema aparte.

Los tintes vegetales y metálicos se aplican en la actualidad para colorear cejas y pestañas, ya que los tin-tes sintéticos de oxidación están contraindicados debido a los graves daños que pueden causar en los ojos.

1. Tintes vegetales

Son derivados de pigmentos extraídos a partir de determinadas plantas. Son colorantes que, por su estructura química manifestan cierta afnidad por las proteínas de la fbra capilar y, por tanto, son capa-ces de adherirse a elIa aportándole color o matizando el natural del cabello. Los tres colorantes vegetales más usados son:

• henna o alheña: el uso de este colorante se remonta a civilizaciones tan antiguas como la egipcia. Se obtiene de triturar las hojas secas de un arbusto originario de la India y Arabia de la especie Lawsonia inermis llamado henna blanca o alheña. El resultado es un polvo fino verde pálido o a veces ligeramente amarillento. El principio químico es un compuesto llamado lawsona. también hay en su composición tanino, que es un mordiente que facilita la fijación del colorante al cabello. Las tonalidades que se consiguen oscilan entre el caoba y el rojizo.