CAP. 1 — Historia de la peluquería

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Una de las damas de la época que más ostentaba en la moda, fue MADAMME POMPADOUr (1764) que con los peinados característicos del siglo XvIII estableció una moda en el peinado y los adornos.

Otra dama. MArÍA ANtONIEtA (1776) fue aún más exagerada, ya que ella misma desafaba sus peina-dos para ir diferente a las recepciones del palacio de versalles.

Los adornos eran tan exagerados como los peinados, pues además de colocarse joyas y plumas, se colocaban canastos de fores y frutas y hasta maquetas de castillos y barcos.

El color fue otro cambio que se produjo en esta época, pues llevaban colores muy claros, rubios y platinos, casi blancos y grisáceos. En los rellenos del peinado, para darle ese gran volumen, utilizaban trapos de poco peso (gasas).

Eran peinados tan complicados y de volúmenes tan exagerados que las mujeres tenían problemas a la hora de subir o meterse en un coche (carroza), y cuando iban a una festa solían dormir en un sillón.

A fnales de este siglo, los volúmenes adquieren unas formas más sencillas y los colores del cabello son más naturales. Consistía en dar volúmenes en la coronilla partido por un pañuelo o del mismo cabello liso en forma de turbante pegado a la cabeza, sobresaliendo dicho volumen en la coronilla en forma de rizos y también con rizos caídos en la frente, patillas y nuca baja.

15. S. XIX (1803-1819)

han pasado los excesos de volúmenes y adornos, y la incorpora-ción de la mujer al trabajo, optan por unos estilos y formas que se acomodan a ese estilo de vida.

Las mujeres se dedican más al deporte, y por lo tanto los peina-dos son más sencillos, solamente en momentos especiales o de gran-des festas es cuando dedican una mayor fantasía a sus peinados. Los peinados son con volúmenes huecos y recogidos en la coronilla con detalles de pelo sobre la frente o la nuca baja y más volumen en el frontal.